Hoy me ha pasado una cosa curiosa en el trabajo. Tenía que decidir y notificar los moscosos que me quedan (este año tengo 8) y en la intranet hay una aplicación desde hace un año, "Solicitud telemática" la llaman, que funciona perfectamente y que sirve para que puedas ver los días que te quedan, los que has gastado, lo que te han admitido, y para indicar que días te quieres coger, tanto moscosos como vacaciones.

Pues bien, el jefe dice que utilicemos esa aplicación, claro, es mucho más cómoda (el tiene que dar el visto bueno a las peticiones). Pero su secretaria quiere que rellenemos un formulario en papel (así puede hacer un calendario con los días en los que refleje la gente del departamento que están en un determinado día y cuales no)

La solución, hacer las dos cosas, en papel para la secretaria y por la intranet para el jefe, así una perfecta aplicación web ideada para hacer las cosas más cómodas para todo el mundo se ha convertido en más trabajo para los usuarios (el que había antes y el nuevo), en lugar de facilitarnos la vida.

La culpa no es de que la aplicación está mal diseñada, si no de de que la gente quiere seguir utilizando lo que ya conoce, aunque sea malo, y se niega al cambio.